Foto (Diario El Correo). El excandidato presidencial por Acción Popular, Alfredo Barnechea, participó de los actos por el aniversario del natalicio del fundador de su partido Fernando Belaunde Terry, donde aseguró que el 28 de julio del 2021, asumirá como presidente del Perú.
“Todos juntos, el 28 de julio del 2021 estaremos en Palacio de Gobierno y será el único partido en la historia de la República en que entre por cuarta vez a Palacio de Gobierno”, exclamó frente a sus correligionarios.
Barnechea, también se manifestó a cerca de las elecciones congresales del próximo enero del 2020, en ese sentido, afirmó que su partido apostará por su militancia joven y profesional. Asímismo, garantizó que “En estas elecciones al Congreso nosotros vamos a ser la primera fuerza política del Perú”.
“Vamos a llevar jóvenes, vamos a llevar profesionales, todos electos en elecciones universales […] No habrá candidatos a alcaldes ni candidatos a la presidencia de la República que no sean electos en elecciones universales por el voto de sus militantes. Pero vamos a tratar de llevar buena gente al Congreso, agregó.
En otro tramo de su discurso, Barnechea, renovó sus cuestionamientos al presidente Martín Vizcarra, por la reciente disolución del Congreso.
“Nosotros respetamos los mandatos constitucionales nos gusten o no. A mí no me gustaba ese Congreso, pero la ley es ley, la Constitución es la Constitución, y hay que respetar esos mandatos constitucionales, advirtió.
Barnechea y la maldición del chicharrón.
Durante las elecciones del 2016, Alfredo Barnechea, candidato del partido centrista Acción Popular, se perfilaba como quien podría derrotar a la entonces candidata Keiko Fujimori, hasta que un chicharrón de cerdo que se atravesó en su periplo proselitista por el territorio peruano, le jugó una mala pasada.
El ex aprista, venía desarrollando una buena performance y las encuestas le eran favorables, sin embargo, su negativa a probar un chicharrón que le ofreció una mujer en un mercado, sumado a la tosquedad con la que devolvió un sombrero que le regaló un campesino, y al desaire público a la entonces rival Mercedes Aráoz, a quien no le dio la mano en un acto público. Llevaron a los votantes a percibirlo como soberbio.