Este domingo Irlanda aprobó la despenalización de la interrupción del embarazo con 66% de los votos a favor, una acción que el primer ministro, Leo Varadkar, calificó como la culminación de una «revolución silenciosa», en uno de los países más conservadores de toda Europa.
La nueva ley que entrará en vigor antes de finalizar el año, podría adoptar el nombre de ley Savita, en homenaje a Savita Halappanavar, cuya muerte en 2012 dio pie a la campaña que culminó con la aprobación de esta disposición, que revoca la octava enmienda constitucional que protegía «el derecho a la vida de los no nacidos».
Halappanavar perdió la vida en 2012, por un fallo cardiaco en el hospital universitario de Galway, luego de que los médicos de dijeran que Irlanda es «un país católico» y le negaran la inducción del aborto al considerar que la septicemia que padecía no suponía un grave riesgo para su salud.
Es así que este domingo 27 de mayo será considerada como una fecha histórica luego de que cientos de Irlandeses dieran el «Sí» a la legalización del aborto con un 66.4% frente a un 33.6% de los votos.
Tras la victoria, cientos de mujeres irlandesas rindieron tributo a Savita en el mural realizado en su honor y con una celebración multitudinaria en el Castillo de Dublín.
