Un estudio realizado por biólogos británicos y estadounidenses confirma que las personas que madrugan tienen menos riesgo de sufrir depresión.
Bien es sabido que la genética es la que determina y condiciona el despertar de cada individuo. Amanecer pronto depende de los genes de cada persona: hay algunos programados para funcionar mejor por la mañana mientras que otros mejoran su rendimiento cuando cae la noche.
Según informó el sábado el rotativo El Diario Ecuador, en un estudio publicado por la revista Nature Communications se confirma que aquellos que madrugan tienen menor riesgo de padecer enfermedades mentales como la depresión.
La investigación, dirigida por biólogos de la Universidad de Exeter (Reino Unido) y del Hospital General de Massachusetts (EE.UU.), ha analizado el genoma de 697 828 personas.
Una de las conclusiones más importantes que se ha podido extraer es que existen más de 351 genes que influyen en que una persona sea madrugadora o no. Además, aquellos denominados matutinos confirman mejor bienestar general, algo no determinado con anterioridad.
Sin embargo, el aspecto más destacable de este estudio ha sido la relación que han encontrado entre el reloj biológico de cada persona y la salud mental de la misma.
De acuerdo a los datos extraídos, los investigadores han llegado a la conclusión que aquellas personas que madrugan y lo hacen de forma natural y alegre tienen menos riesgo de padecer enfermedades mentales como la depresión o la esquizofrenia.
