El “fugitivo” líder del grupo terrorista EIIL (Daesh, en árabe), Ibrahim al-Samarrai, alias Abu Bakr al-Bagdadi, “está vivo y bien”, y está llevando a cabo una misión escalofriante, informó el domingo el diario estadounidense The Washington Post, citando a fuentes de la Inteligencia estadounidense.
Aunque muchos informes y rumores habían sugerido que el máximo cabecilla de Daesh había muerto en bombardeos de EE.UU. o Rusia, la inteligencia estadounidense, a través de interrogatorios de detenidos, intercepciones y escritos de los agentes de la banda ultraviolenta, dice que Al-Bagdadi está vivo y bien.
“Creemos que todavía se está coordinando, y sigue ayudando a dirigir la organización (terrorista)”, dijo al diario un funcionario del Centro Nacional de Contraterrorismo de EE.UU. que quiso permanecer en anonimato. “Nuestra mejor suposición es que todavía está en Siria, (escondido) en una de las partes restantes del país que todavía controla EIIL”, agregó.
El informe precisa que el líder terrorista está encargado de reconstruir los fundamentos ideológicos del ‘califato’ proclamado de EIIL mediante el desarrollo de un programa para adoctrinar a los escolares.
Al-Bagdadi convocó a sus principales colaboradores para una reunión secreta cerca de la ciudad siria de Deir Ezzor a mediados de 2017 mientras su autoproclamado ‘califato’ estaba en ruinas tanto en Irak como en Siria, dijo Abu Zaid al-Iraqi, un cabecilla del grupo terrorista detenido a principios del año en curso por el Ejército iraquí.
En esa cita, Al-Bagdadi —un profesor universitario antes de convertirse en terrorista— reveló su decisión de priorizar el adoctrinamiento de niños y reclutas tanto en Irak como en Siria y también en el extranjero, a través de Internet, a fin de salvar la ideología extremista de EIIL, agregó el terrorista detenido.
Distintos informes han revelado los apoyos encubiertos de EE.UU., en el marco de la llamada coalición anti-Daesh, a esta banda ultraviolenta. A mediados de este mes, fuentes iraquíes comunicaron que aviones de la coalición se abstuvieron de bombardear una región siria cercana a las fronteras con Irak, donde se encontraban muchos líderes de EIIL, incluido, posiblemente, Al-Bagdadi.
