Aun en medio de la guerra que hay contra el gobierno sirio, muchos rebeldes no han podido unirse por una causa en común y sus constantes contra partes hacen de Siria un campo de batalla casi indefinido.
Los rebeldes que operan en Siria se han enfrentado en una guerra entre sí en las provincias de Alepo (noroeste) y Al-Quneitra (suroeste).
En Alepo, los rebeldes están nuevamente en guerra unos con otros después de que la banda radical Harakat Ahrar Al-Sham intentara arrestar a un miembro de Yaysh Al-Sharqiyah en la ciudad de Al-Bab, ha informado este jueves el portal web Al-Masdar News citando a los activistas partidarios de la oposición.
En el centro de la referida localidad, se ha producido una feroz batalla que ha provocado que tres combatientes rebeldes necesitaran ser hospitalizados.
Por otro lado, mientras el Ejército sirio se está preparando para lanzar una ofensiva en Al-Quneitra, las fuerzas rebeldes están ocupadas matándose entre sí dentro de esta provincia.
De acuerdo con los citados activistas, al menos cuatro integrantes de Yaish Ababil Houran —perteneciente al Ejército Libre de Siria (ELS)— fueron asesinados y otros dos resultaron heridos cuando su vehículo impactó contra un artefacto explosivo improvisado durante un ataque contra la base de otra banda perteneciente al ELS en la localidad de Bariqah.
De hecho, Yaish Ababil Houran asaltó la base de Ansar Al-Islam tras recibir informes de que sus combatientes planeaban rendirse al Ejército Árabe Sirio para evitar su próxima ofensiva.
Algunos miembros de Yaish Ababil Houran murieron durante su ataque a la base de Ansar Al-Islam, efectuado el miércoles.
Eso se produce mientras el presidente de Siria, Bashar al-Asad, en declaraciones durante una entrevista con la cadena rusa RT emitida en su totalidad este jueves, ha hecho hincapié en que el Gobierno sirio tiene previsto liberar todo el territorio del país de las garras de extremistas takfiríes.
